miércoles, 3 de octubre de 2012

¿Ateos, gracias a Dios?


Uno de cada cinco científicos ateos permite que sus hijos vayan a la iglesia


Un revelador estudio muestra una paradójica relación de los científicos ateos con las iglesias, a donde permiten ir a sus hijos por considerar que pueden ser relevantes para el rumbo de sus vidas.
Texto:
Al parecer tener o no tener una convicción religiosa ya no es un asunto de blanco o negro. Un porcentaje significativo de científicos ateos admiten una escala intermedia con muchos grises, pues se declaran abiertos para permitir que sus familias, y en especial sus hijos, entren en contacto con propuestas y opciones de vida originadas en la religión. Esta es una de las conclusiones del estudio que hace pocos días dio a conocer el Journal for the Scientific Study of Religion (Diario del Estudio Científico de la Religión), publicación que ha destacado el trabajo conjunto de investigadores adscritos a las Universidades de Rice (Nueva York) y Buffalo.
A partir de una encuesta representativa que tuvo la participación de 2.198 profesores, vinculados a 21 instituciones consideradas de élite en materia de investigación científica, el estudio permitió identificar tendencias sorprendentes en una comunidad profesional usualmente caracterizada por el escepticismo.
La religión cuenta
Sin duda el más sorprendente resultado de la investigación consiste en que uno de cada cinco científicos encuestados asisten a servicios religiosos (muchos de ellos en iglesias cristianas) en compañía de sus hijos, al menos una vez durante el último año.
Aunque este hecho parece una conducta contradictoria para quienes se han declarado ateos, lo cierto es que las razones que exponen traen luz al respecto. Para algunos, sus vínculos con iglesias y otras instituciones religiosas tienen que ver con relaciones de tipo social y personal. Muchos de ellos tienen un cónyuge creyente y han integrado a sus costumbres familiares la participación en reuniones o servicios religiosos a los que han llegado a asistir.
Para buena parte de los encuestados, participar en las celebraciones en las iglesias es una forma de permitirles a sus hijos formar su criterio para que posteriormente tomen decisiones autónomas sobre sus creencias. Aclaran que de manera directa y personal ellos no los adoctrinan ni a favor ni en contra de la religión.

Cuestión de opciones
Para varios de los entrevistados el permitir que sus hijos entren en contacto con manifestaciones espirituales que quizás son contrarias a sus posturas personales, tiene que ver con la posibilidad de que ellos tengan ante sí diferentes alternativas y fuentes de conocimiento para decidir sobre qué base construirán su vida.
De hecho, como también reveló el estudio, algunos profesionales han abierto mucho más el espectro para sus hijos y les han permitido aproximarse de forma equitativa e imparcial a religiones diversas como el islamismo y el budismo, además del cristianismo.
Elaine Howard Ecklund, socióloga de la Universidad de Rice que participó en el desarrollo del estudio, concluye que un significativo porcentaje de ateos y escépticos estiman importante la religión en la vida privada.
"Nuestro estudio evidencia el estrecho vínculo que existe entre la religión y la familia en la sociedad de los Estados Unidos", destacó la socióloga Howard Ecklund.
Si bien muchos de los científicos en cuestión tienen claras las razones de sus líneas actuales de pensamiento, también son honestos al afirmar que el trasfondo religioso en el que ellos fueron formados contribuyó de manera positiva y decidida a la edificación de las personas que hoy son. Muchos de ellos tuvieron importantes aportes formativos y educativos en su experiencia con diferentes denominaciones cristianas que han intervenido de manera vigorosa en la educación de los norteamericanos.
Desde esa perspectiva y ante la falta de modelos y referentes que ejerzan una influencia positiva sobre niños y jóvenes, muchos de ellos ven no sólo tolerable sino conveniente que sus hijos tengan experiencias religiosas que arraiguen en ellos valores y actitudes de vida; algo muy difícil de transmitir en entornos escépticos que pueden ser hostiles y negativos pensando en la preparación para un vida en sociedad.
La importancia y trascendencia de una vida espiritual sigue siendo sólida en los Estados Unidos, pues aunque la encuesta de mayo pasado realizada por la firma Gallup indica que el 7% de los estadounidenses son ateos, un mes después, la misma revista Journal for the Scientific Study of Religion dio a conocer otro sondeo en el que 20% de los que se declaraban ateos afirmaban que seguían considerándose a sí mismas personas espirituales.
Al contrastar todos estos resultados es fácil ver sin mucho análisis no sólo la estrecha relación familia-sociedad-religión ya manifestada por los gestores del estudio sino un reconocimiento expreso de la importancia de la religión en el fundamento social del país  por parte  de un segmento considerable de quienes se declaran ateos.
Curiosamente, podría decirse que "gracias a Dios" sus hijos cuentan con más opciones para intentar ubicarse en el mundo y con más información para tratar de entender cuál es el propósito de su vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario