Como si se tratara de aves migratorias, el verano
enciende en muchos unas ganas irresistibles de volar hacia destinos en donde el
viajero pueda encontrar el anhelado tesoro de la triple D: descanso, distensión
y diversión. Para las próximas vacaciones, le sugerimos explorar 10 maravilloso
destinos de América, que además de ofrecerle la triple D, prometen sorprender
sus sentidos con la inesperada belleza de auténticas "perlas"
naturales.
2. Venezuela - el
Salto Ángel. En el corazón del Parque Nacional Canaima, existe una emoción que
mide 979 metros de altura. Su nombre es el Salto Ángel, la caída de agua más alta
del mundo, que quita el aliento con su imponencia a quienes se paran frente a
él. En la votación que se llevó a cabo entre turistas de todo el mundo, ocupó
el octavo lugar en el top 10 de las maravillas naturales.
3. Colombia — la
Catedral de Sal. El frío municipio cundinamarqués de Zipaquirá, muy cerca de
Bogotá, alberga en sus minas de sal una de las obras arquitectónicas más
ambiciosas del planeta. El domo salino y su alucinante iluminación, así como
una magnífica iglesia subterránea hacen parte de un complejo denominado el
Parque de la Sal, en el que nacionales y extranjeros siempre encuentran motivos
para regresar.
4. Perú - Machu
Picchu. Aunque su nombre significa "Montaña Vieja", el santuario
histórico de Machu Picchu despierta un interés renovado en las mentes de miles
de turistas del mundo que anualmente lo visitan. Declarado patrimonio histórico
de la humanidad y una de las Siete Maravillas del Mundo, esta joya de los Andes
recompensa a quienes a ella llegan con extraordinarios paisajes, cumbres que
parecen esculpidas a mano y ecos vivos de la historia inca.
5. Costa Rica — el
Volcán Irazú. Si visita Costa Rica y considera que es tiempo de disfrutar de
una alternativa diferente a la playa, aventúrese en una expedición al Volcán
Irazú. Tan sólo el trayecto de ida lo pondrá en contacto con exuberantes
parajes, saturados con lo más representativo de la flora y la fauna local. Al
llegar a su cumbre, lo esperan sorprendentes cráteres, en cuyo interior es
posible divisar pequeñas lagunas de intensos colores.
6. Argentina y
Brasil - Las Cataratas del Iguazú. La frontera entre las dos naciones
suramericanas debería ser declarada el punto de encuentro de la belleza natural.
No es para menos, porque las Cataratas del Iguazú consisten en una sinfonía de
275 saltos de agua (algunos de ellos con más de 80 metros de altura) que logra
conmover aún al más experimentado viajero.
7. Ecuador - Islas
Galápagos. Entre tantas islas hermosas que hay en el mundo éstas se han ganado
bien su segundo nombre: Islas Encantadas. No es para menos. La belleza de su
flora y fauna es difícil de igualar, sin mencionar el hecho de que la mayoría de
sus especies son endémicas, es decir, que son únicas y no se encuentran en
ningún otro sitio del planeta.
8. Bolivia - Laguna
Colorada. Bien vale la pena el difícil ascenso y el aire delgado que se respira
al llegar a los 4560 metros de altitud en donde Dios dispuso poner este
extraordinario homenaje al color. Aguas con varias intensidades de rojo y
flamencos que parecen ángeles rosados, hacen de este paraje boliviano uno de
los lugares más espectaculares de los andes.
9. Belice -
Arrecife de Belice. El discreto vecino de México y Guatemala, que poco se oye
mencionar en las noticias, alberga uno de los paraísos submarinos más bellos
del orbe. Su arrecife, una de las siete maravillas del mundo, emociona a sus
visitantes con su vasta variedad de especies marinas y con la abundancia de
rincones insospechados para bucear como el Agujero Azul, una cueva de 400
metros de profundidad que se convirtió en toda una diva del mundo natural
gracias a las filmaciones de Jacques Cousteau.
10. Bahía de Fundy
- Canadá. Grandes Olas, esculpen la roja arcilla de la Bahía de Fundy para dar
lugar a lo que bien parecieran caprichosas creaciones con enormes piedras que
hacen equilibrismo sobre estrechas columnas. Además del inquietante paisaje resultante, la Bahía es escenario de las
mareas más altas del mundo que alcanzan los 21 metros. Por esta razón, los turistas
tendrán la sensación de que la costa que vieron en la mañana se ha transformado
en una completamente distinta durante la tarde.
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