Conozca lo que esta sencilla herramienta puede hacer por
pequeños y grandes negocios
Cuando se navega por las cambiantes aguas del mundo
empresarial, es crucial contar con una carta de navegación que permita llegar
al puerto del éxito. La matriz de análisis DOFA es un instrumento de
diagnóstico organizacional que puede guiar a cualquier empresa aún en la más
oscura de las noches de crisis.
“Quién soy” y “para
dónde voy” no solamente son las preguntas que se hace todo ser humano cuando
ansía encontrar el propósito de su existencia. En la vida empresarial encontrar
la respuesta a estas preguntas resulta vital para no perderse entre las
complicadas mareas de cambio que hacen subir y bajar los mercados en el mundo.
Para saber dónde dirigirse y cómo ubicarse en el entorno y en relación con la
competencia hay que poseer las cartas de navegación adecuadas. No obstante,
esas cartas de navegación no hacen parte de ningún cofre secreto ni son pergamino
acabado y listo para ser usado. Los hombres y mujeres de negocios de hoy tienen
que descubrir constantemente ese mapa a través de herramientas de diagnóstico
como el Análisis DOFA.
Un mapa para ver más allá
El análisis DOFA,
también conocido en muchos entornos corporativos como Matriz DOFA, es una
herramienta administrativa vital para la orientación de las empresas pero no
siempre bien entendida y usada.
Si bien es cierto
que en la actualidad existen muchas herramientas y tendencias administrativas
para revelar el camino que han de seguir las compañías, el Análisis DOFA no
pierde su vigencia pues se trata de un instrumento de diagnóstico que revela
con luz meridiana el estado del negocio frente a sí mismo, frente a la
competencia y frente al mercado. Por esta razón, el empresario que obtiene un
“estado” de su realidad puede ver con claridad la ruta y las aguas para tomar
el timón de las decisiones y dar los virajes que considere convenientes para
continuar creciendo.
DOFA. Cuatro letras para recordar y aplicar
Y, a estas alturas,
¿qué significa entonces DOFA? Un diagnóstico de la realidad de cualquier
negocio está enmarcado por cuatro pilares fundamentales de entendimiento y
acción. Las cuatro primeras letras de cada uno de estos pilares dan nombre a la
matriz de análisis: las debilidades,
las oportunidades, las fortalezas, y las amenazas.
Con base en las
experiencias, las cifras y las tendencias observadas en el devenir del mercado,
el liderazgo de la empresa debe reflexionar e inferir la información a partir
de interrogantes correctos. Por ejemplo, para determinar las debilidades, es
útil hacerse preguntas como ¿Cuál es el
eslabón más débil en nuestra cadena productiva? ¿Qué aspectos o beneficios de
la competencia nos hacen ver débiles frente a los clientes? ¿Qué dinámicas de trabajo hacen más lentas
nuestras respuestas? Al establecer con realismo y franqueza las debilidades
es posible formular planes concretos de mejoramiento. Mientras éstos son
efectivos, también es posible determinar la capacidad de acción de las fuerzas
de la empresa a fin de evitar riesgos innecesarios.
El proceso de
evaluación continúa con la identificación de las oportunidades. Las
impredecibles aguas de la economía hacen naufragar ventajas pero al mismo
tiempo hacen surgir muchas otras nuevas. Al identificar las oportunidades, el empresario y su equipo son
capaces de enfocar mejor sus recursos para tomar partido de situaciones o
coyunturas en las que su negocio puede ser protagonista y partícipe. Este
ejercicio es tan importante como el anterior pues muchas veces el declive de
una buena idea empresarial no ocurre por las debilidades detectadas sino por
las oportunidades que se dejan pasar. En este aspecto es siempre refrescante
recordar los dos vocablos chinos que sirven para definir el concepto de crisis.
Por separado, uno es “problema” y el otro “oportunidad”. En el análisis DOFA,
esta sabiduría resulta un capital valioso pues la solución de problemas o
debilidades generalmente está relacionada con el aprovechamiento de
oportunidades que surgen cuando se intenta remover los obstáculos.
Desde el realismo
de los problemas identificados y el entusiasmo de las oportunidades halladas,
es momento de delimitar claramente las fortalezas. Cuando se profundiza sobre
los elementos distintivos de la identidad empresarial y el equipo de liderazgo
llega al entendimiento de “por qué somos lo que somos” puede enumerar con
exactitud las cosas en las cuáles son buenos y que son el fundamento para sacar
beneficios de las oportunidades.
Finalmente, la
matriz se completa con una definición concisa de las amenazas. Rodolfo Llinás,
un destacado neurocientífico de colombiano, afirma en uno de sus libros que los
seres humanos somos esencialmente seres de predicción. En efecto, la capacidad humana para
interpretar las señales y establecer tendencias y pronósticos es una de las diferencias más significativas
que marcan distancia con las demás especies. Hoy, igual que antes, la capacidad
de supervivencia de una empresa dependerá en gran medida de la habilidad de su
liderazgo para identificar peligros potenciales; cambios en los hábitos de
consumidores, modificaciones de las reglas de juego en el mercado, alteraciones
estructurales por la entrada de nuevas tecnologías o posibles impactos
económicos como resultado de cambios en la atmósfera política o social. La
clave para saber aprovechar las amenazas no es el miedo sino la adaptación y
aún el más amenazado de los negocios puede capitalizar a su favor los peligros,
si sabe en qué dirección moverse. La reciente crisis de la antes poderosa Kodak
se debió a las cuantiosas pérdidas que se originaron en las decisiones de sus
directivos, quienes se negaron a reconocer la realidad y a cambiar de dirección
en el rentable mercado fotográfico. De ser líderes pasaron a ocupar la cola,
pese a que su experiencia pudo servir de trampolín para hacer alianzas
estratégicas e incursionar con más éxito en la gigantesca ola de la fotografía
digital.
Cuestión de decisión
Al completar la
enumeración de elementos que corresponde a cada aspecto, es posible cruzar
información y evaluar el estado de la empresa con visión panorámica. De allí
sale la carta de navegación que permite tomar decisiones efectivas. También a
partir de la Matriz DOFA es posible iniciar ciclos de mejoramiento continuo en
el que las debilidades se debilitan y las fortalezas se fortalecen.
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