Mejor actor, mejor director y mejor película en los
premios Óscar 2012
A nadie le cabía en la mente que 84 años después de que
la única película muda en la historia del cine (Wings, 1927) ganara un premio
Óscar, el fenómeno volviera a repetirse con semejante éxito por cuenta de “The
Artist”, la película que alcanzó la gloria cinematográfica, literalmente sin
palabras, y que paradójicamente está dando tanto de qué hablar.
Cuando el director
francés Michel Hazanavicius subió a recibir la estatuilla dorada que lo
distinguió como el mejor director del 2012 admitió que ganó luego de llevar a
la pantalla una auténtica locura. ¿A quién podría ocurrírsele que en la
plenitud cinematográfica de los efectos especiales, la tercera dimensión y el
sonido envolvente podría triunfar una película muda, en blanco y negro? Lo que
parecía una etapa superada para el cine fue precisamente el centro de la trama
de la película El Artista, en la que el cine mudo es la estrategia narrativa
para contar, precisamente, el fin de la era de los filmes sin sonido.
Hazanavicius es sin
duda un hombre de profunda convicción porque debió hacer acopio de mucha fe en
sí mismo y en su obra (él escribió el guión de la película que le valió también
otra nominación) para convencer a productores e inversionistas de patrocinar su
quijotesco proyecto. Una vez conseguido lo necesario, el director galo llevó a
cabo una ejecución memorable de su sueño, en la que contó con el destacado
talento de su cómplice actoral, Jean
Dujardin, a quien conoce a la perfección pues lo ha dirigido en varias
películas. Entre los dos crearon la perfecta ilusión de haber revivido a un
actor de la década de los años veinte, así como esa sensación de viaje en el
tiempo hacia una de las épocas doradas del celuloide.
Tanto la dirección
artística como las combinaciones perfectas entre musicalización, vestuario (categorías
en las que también se alzó con las estatuillas en disputa, para sumar así
cinco) crearon la ambientación perfecta para revivir el encanto y la tensión
dramática del cine mudo, que por lo visto, todavía tenía mucho qué decir.
0 comentarios:
Publicar un comentario