Casados mejor balanceados emocionalmente que los
solteros
Aunque varias voces
que se escuchan desde la academia han sugerido no sólo que el matrimonio está
en crisis sino que además es fuente de malestar social, el más reciente estudio
de la Universidad de Michigan sobre el tema parece indicar todo lo contrario.
Teniendo como punto
de partida la realización de una
encuesta, el equipo investigador designado por la mencionada institución
estadounidense llevó a cabo un completo estudio sobre el nivel de satisfacción
y felicidad que manifiestan personas casadas en comparación con personas
solteras.
Las conclusiones
del estudio, liderado por Stevie Yap, (candidato a doctorado del departamento
de psicología) fueron publicadas en la revista
especializada “Journal of Research in Personality” y señalan que la vida en
pareja es sustancialmente beneficiosa para evitar que desciendan los niveles de
felicidad y bienestar.
Aunque no se puede
decir que los casados son más felices que los solteros, el estudio sí es claro
al señalar que las personas casadas tienen un mejor índice de estabilidad y
contentamiento, al cotejarse las muestras tomadas en ambas poblaciones.
Algunos de los
datos cuantitativos que ha sorprendido en relación con este estudio, señalan
que los hombres casados viven entre 5 y 7 años más que los solteros.
Pese a que se ha
establecido una clara tendencia, tras el análisis de casi 1.500 entrevistas, el
equipo investigador de Yap reconoce que están aún lejos de determinar los
mecanismos y las circunstancias que hacen posible dicha tendencia. Sin
embargo, reiteran que al superar las
cuatro décadas de vida, hombres y mujeres parecen mejor protegidos contra la
tristeza y el desánimo que enmarcan la madurez. Según parece, la perspectiva de
no envejecer solos y la motivación de tener compañía para vivir experiencias comunes,
eleva sensiblemente el nivel de optimismo de los casados.
Respecto a la metodología,
las encuestas realizadas se desarrollaron de un modo muy cercano a la
entrevista pues en cada caso se indagó sobre las experiencias previas al
matrimonio, durante el matrimonio e incluso después del matrimonio.
Con problemas o sin
ellos parece imponerse la tesis de es mejor tener con quién discutir en vez de
nadie a quien soportar.
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